La solemnidad fue notable en la iglesia de Santa María a partir de un protocolo estudiado que se apreciaba también en la distribución del lugar. La mesa presidencial estaba ocupada por el Alcalde de Tarifa, por el parlamentario andaluz Antonio Sanz y por el representante de antiguas corporaciones municipales, Ildefonso Sena. Junto a ellos, ejerció como secretario el funcionario del Ayuntamiento de Tarifa, José María Barea. A un lado de la presidencia estaban los 40 jóvenes del Municipio que juraron y prometieron la Constitución española entre los que se encontraban varios de Facinas . Concejales actuales y de anteriores mandatos estaban agrupados al otro margen. Entre éstos últimos estuvo el primer alcalde democrático de Tarifa, Manuel Pérez Castro.
Tras la jura de la Carta Magna por los
chicos y chicas que han alcanzado ya la mayoría de edad, se sucedieron los
discursos. Destacó la joven Irene Franco, quien consiguió definir la ansiedad de
quienes alcanzan la mayoría de edad y las libertades pero afrontan también la
incertidumbre. La paradoja emocional fue descrita por esta chica que
brevemente definió también el conocimiento de los valores alcanzados ahora junto a los muchos deberes y obligaciones que tendrán que
asumir.
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